Un nuevo golpe de efecto anima las celebraciones del cuarto centenario de la muerte de Michelangelo Merisi, Caravaggio, el más enigmático de los pintores barrocos. El diario vaticano L'Osservatore romano anunció en la portada de su edición de ayer que se están realizando estudios sobre un cuadro que representa el martirio de San Lorenzo, encontrado casualmente en Roma entre las propiedades de los jesuitas.
Se trataría de un nuevo lienzo del pintor barroco en la ciudad que le dio cobijo y fama. Todavía no está probado que el joven desnudo de la pintura, que se retuerce encima de una parrilla ¿con la boca abierta en un grito mudo y un brazo extendido como para buscar una última y desesperada defensa? sea obra de Caravaggio. Si bien cuenta con todos los "criterios para una atribución segura", según el periódico de la Santa Sede, son necesarias muchas más investigaciones, consideraciones formales y pruebas sobre los materiales utilizados para establecer la paternidad oficial de la obra.
"Se trata de una pintura estilísticamente impecable, bellísima: la luz que desde el fondo oscuro sacude y moldea con relámpagos los volúmenes. Es evidente la afinidad con pinturas autógrafas como la Conversión de San Pablo, el Martirio de san Mateo o Judit y Holofernes", afirma el diario. Según algunos importantes críticos de arte, entrevistados ayer en la prensa italiana, tanto el tema como el estilo podrían llevar a la autoría de Caravaggio. Aunque es pronto para confirmarlo.
Aunque todavía no se puede asegurar que la pintura proceda del maestro de los claroscuros, para 'L'osservatore' el lienzo muestra evidentes similitudes con otros cuadros de tema religioso del pintor. No obstante, también advierte de que «es fácil caer en la tentación» de declarar que se trata de un 'caravaggio' «a toda costa» y que serán las próximas investigaciones las que aclararán su autenticidad.
La celebración del aniversario de la muerte del sombrío pintor ha provocado gran número de iniciativas en Italia, sobre todo en Roma, adonde el artista llegó en 1592, con solo 21 años, en busca de fortuna desde su pueblo, cerca de Milán, y donde se hizo famoso. Aparte de la gran exposición en el Quirinale, con 24 de sus lienzos más emblemáticos y más de 5.000 visitantes diarios, se ha emitido un sello honorífico que reproduce el David con la cabeza de Goliat, un cuadro que Caravaggio regaló al sobrino del Pontífice, Scipione Borghese, para que éste mediase para conseguir su perdón. Precisamente, buscando la clemencia papal, Caravaggio encontró su muerte.
En 1606 el artista fue condenado por matar a un hombre durante una reyerta, motivo por el que escapó de la ciudad de los papas. Volvía a pedir la misericordia de Pablo V, cuando falleció en Porto Ercole debido a la enfermedad, el calor y la insolación. Era el 18 de julio de 1610. Cuando se cumplen 400 años de aquella fecha, Roma ha celebrado a su pintor maldito con una noche en blanco en la que se podrán visitar la Galleria Borghese y las iglesias que guardan algunas de las pocas obras, unas 70, que pintó en su corta vida.
Autobuses especiales hacen por las calles romanas la ruta de los cuadros del pintor con parada en la Iglesia de San Agustín, la Capilla Contarelli en San Luis de los Franceses y la basílica de Santa María del Popolo.
LUCIA MAGI - Bolonia - 17/07/2010
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