lunes, 30 de julio de 2012

Orar con San Ignacio de Loyola [Martes 31 de Julio]


AMBIENTACIÓN: La ENCARNACIÓN es el modo concreto de ser profundamente hombre y mujer de fe. Y esto lo cambia todo: Cambia el modo de entendernos humanos y cristianos; cambia el modo de rezar; cambia el modo de concebir la Comunidad, la Familia, el Trabajo; cambia el modo de tomar las decisiones; cambia el modo de tratar a las personas; cambia el modo de concebir mis bienes.
Desde el punto de vista de la fe, encarnarse contradice las expectativas de aquello que nuestro egoísmo entiende por realización. ENCARNARSE será lo único que haga posible nuestra proximidad a las personas y a las realidades de este mundo.


1ER MOMENTO: A LO QUE VENGO. Inicio mi encuentro con el Señor escogiendo un sitio apropiado para mi oración. Al llegar al sitio, en forma breve y sencilla considero la calidad de la mirada de Dios Nuestro Señor sobre mí. Y me digo a mí mismo: ¿A QUÉ VENGO? Vengo a sumergirme en la Vida del Mundo. [Al final, rezo el Padrenuestro, saboreando cada palabra].

2DO MOMENTO: PACIFICACIÓN: Ya sea sentado, paseando, acostado o reposado; tanto en casa, como en el parque o la Iglesia me sereno para que esta cita con Dios tenga lugar. Me acomodo con una posición que me ayude a concentrarme-descentrarme-centrarme, implicando todo mi ser. Al ritmo de la respiración, doy lugar al silencio. [Una y otra vez repito este ejercicio].

3ER MOMENTO: ORACIÓN PREPARATORIA. Señor, que todas mis intenciones, acciones y procesos interiores, estén totalmente ordenados a cumplir tu voluntad. [NOTA: La oración preparatoria siguiente me ayuda a experimentar libertad de apegos. La repito tantas veces como quiera, dejando que resuene en mi mente y en mi corazón].

4TO MOMENTO: COMPOSICIÓN DEL LUGAR. 1°) Centro mi pensamiento en el contenido de la Oración. 2°) Con la imaginación revivo lo que relata la Encarnación. 3°) Me ubico en la escena como si presente me hallara. 4°) Dejo que la Encarnación irradie su luz sobre mí.

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, miran juntos la tierra poblada de tantos hombres y mujeres con una mirada llena de ternura y misericordia. Las tres Personas Divinas despliegan sobre todos los seres humanos su Bondad, su Comunión y su Energía vivificadora, y deliberan para determinar juntas que Jesús se Encarne en esta tierra: que se haga uno de nosotros para siempre. La Virgen María y San José se disponen totalmente a cooperar con Dios en la Salvación. [NOTA: Este paso es muy especial y merece realizarse con esmero. Le dedico unos 10 minutos].

5TO MOMENTO: PETICIÓN.

Señor, dame conocimiento profundo e interno tuyo, que por mí te hiciste hombre, para que más te ame y te siga. [En forma sencilla formulo mi petición; si me ayuda puedo decirla varias veces. Dejo que mi petición salga de dentro; que nazca de lo más hondo de mi vida]


6TO MOMENTO: CONTENIDO O MATERIA DE LA ORACIÓN (Con Aplicación de Sentidos)

6.1.- VER LA ENCARNACIÓN DE DIOS: 1º) VEO a las Personas que son tantas y tan distintas: unos en paz y otros en guerra, unos llorando y otros riendo, unos sanos y otros enfermos, unos naciendo y otros muriendo. 2º) VEO al Padre, al Hijo y al Espíritu juntos y deliberando cómo amar más a todas las personas. 3º) VEO también el encuentro del Ángel Gabriel con la Virgen María y con San José. Y reflexiono para sacar provecho de lo que he visto.

6.2.- OÍR LA MANIFESTACIÓN DE LA ENCARNACIÓN DE DIOS: 1º) OIGO lo que hablan las Personas: unas se manifiestan amor y otras odio; unas dialogan y otras se insultan, unas se cuidan y otras se maltratan, unas se ayudan y otras se destruyen, etc. 2º) OIGO al Padre, al Hijo y al Espíritu que dicen: hagamos redención del género humano. 3º) OIGO también lo que dialoga el Ángel Gabriel con la Virgen y con San José sobre lo que Dios quiere para el mundo. Y reflexiono para sacar provecho de lo que he oído.

6.3.- OLFATEAR LOS SIGNOS DE LA ENCARNACIÓN DE DIOS: 1º) OLFATEO lo que experimentan las Personas: unas alcanzan su realización y otras se desmoronan; unas hacen caminos y otras deambulan; unas se esfuerzan y otras caen vencidas, etc. 2º) OLFATEO la forma tan especial como el Padre, el Hijo y el Espíritu intervienen en el mundo. 3º) OLFATEO también la vida que empieza a latir en el seno de la Virgen María y en el alma de San José. Y reflexiono para sacar provecho de lo que he olfateado.

6.4.- GUSTAR LA TERNURA DE LA ENCARNACIÓN DE DIOS: 1º) GUSTO lo que viven las Personas: unas tienen mucho para vivir y otras poco, unas están tranquilas y otras angustiadas, unas se afanan por todo y otras se agotan en nada, etc. 2º) GUSTO la ternura del Padre, del Hijo y del Espíritu por todas las personas de esta tierra. 3º) GUSTO también la alegría de la Virgen, San José y el Ángel por esta manifestación tan grata de Dios. Y reflexiono para sacar provecho de lo que he gustado.

6.5.- TOCAR LA FINURA DE LA ENCARNACIÓN DE DIOS: 1º) TOCO lo que surge del fondo de las Personas: unas construyen grandes cosas y otras las destruyen, unas trabajan por la paz y otras por la guerra, unas siembran alegrías y otras tristezas, etc. 2º) TOCO la finura del Padre, del Hijo y del Espíritu manifestada en la esperanza de la gente. 3º) TOCO también la textura de la vida que se está engendrando en el hogar de la Virgen y San José. Y reflexiono para sacar provecho de lo que he tocado.

6.6.- REFLEXIONAR INTERNAMENTE LA ENCARNACIÓN DE DIOS: 1º) REFLEXIONO lo que piensan las Personas: unas idean nuevos amaneceres y otras maquinan muerte, unas idean el bien de todos y otras su propio beneficio, unas sueñan fraternidad y otras violencia, etc. 2º) REFLEXIONO lo que el Padre, el Hijo y el Espíritu consideran que da vida a la humanidad. 3º) REFLEXIONO también lo que razona en su interior la Virgen y S. José sobre la encarnación de Dios. Y me detengo a sacar provecho de lo reflexionado.

6.7.- SENTIR LA BONDAD DE LA ENCARNACIÓN DE DIOS: 1º) SIENTO lo que sienten las Personas: unas alegría y otras tristeza, unas confianza y otras incertidumbre, unas compañía y amistad y otras soledad y desesperanza, etc. 2º) SIENTO la bondad con la que el Padre, el Hijo y el Espíritu se acercan a cada hombre y cada mujer para llenar de sentido sus vidas. 3º) SIENTO también la calidez tan especial que de experimenta hoy en los encuentros que anuncian sanación y salvación.
Y reflexiono para sacar provecho de lo que he sentido.

7MO Momento: COLOQUIO. [NOTA: El coloquio es un diálogo que se hace hablando como un amigo habla a otro, ya sea para pedir alguna gracia, ya sea reconociendo la fragilidad o el pecado, o para comunicar sus cosas, y queriendo consejo en ellas. El texto sugerido puede ser útil para el COLOQUIO]

HOMBRES Y MUJERES CON ESPÍRITU: Señor Jesús, que seamos personas abiertas a tu gracia, invadidas a por el gozo de tu Espíritu. Hombres y Mujeres entusiastas, que sepamos cantar a la vida, vibrar ante la belleza, estremecernos ante el misterio y anunciar el reino del amor. Que llevemos la fiesta en el corazón, aunque sintamos la presencia del dolor en nuestro camino. Que no nos acobarden las tensiones ni nos ahoguen los conflictos que puedan surgir entre nosotros, porque contamos -en nuestra debilidad- con la fuerza creadora y renovadora de tu Espíritu Santo.
Regálanos, Señor, una gran dosis de buen humor para que sepamos desdramatizar las situaciones difíciles y sonreír abiertamente a la vida. Y concédenos ser, en un mundo abatido por la tristeza, testigos y profetas de la verdadera alegría. Haznos expertos en deshacer nudos y en romper cadenas, en abrir surcos y en arrojar semillas, en curar heridas y en mantener viva la esperanza.

8VO Momento: EXAMEN DE LA ORACIÓN.

Nota: Las siguientes interrogantes ayudan a centrar la experiencia vivida en la Oración: 1°) ¿Qué pasó en mí durante esta Oración? 2°) ¿A través de cuáles señales me habló Dios? 3°) ¿Qué me distrajo en la Oración? 4°) ¿Qué me produjo desaliento o desconfianza en la Oración? 5°) ¿Qué se quedó grabado en mí? 6°) ¿Qué quiero cambiar en mi vida?

TERMINO LA ORACIÓN CON LA SIGUIENTE OFRENDA

Toma, Señor, y recibe, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste, a ti, Señor lo devuelvo. Todo es tuyo. Dispón de mí según tu voluntad. Dame tu amor y gracia que ésta me basta. Amén.

Centro de Espiritualidad y Pastoral

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