jueves, 30 de septiembre de 2010

Entregó la IBERO Puebla Doctorado Honoris Causa a Pedro Trigo S.J.

En sesión pública del Senado Universitario, la Universidad Iberoamericana Puebla entregó el Doctorado Honoris Causa en Cristología Latinoamericana al Dr. Pedro Trigo S.J. como reconocimiento a su compromiso permanente y decidido a favor del respeto por los seres humanos, especialmente por aquellos que han sido menos favorecidos por nuestra sociedad.

El acto se llevó a cabo en el Auditorio Gimnasio Ignacio Ellacuría, S.J. de nuestra institución; se contó con la presencia de los integrantes del Senado Universitario, autoridades, alumnos y académicos de la IBERO Puebla. También se contó con la presencia de Monseñor Víctor Sánchez Espinoza, Arzobispo de Puebla.

Para iniciar la ceremonia, la Dra. María Eugenia Sánchez Díaz de Rivera, madrina del doctorando, recordó que Pedro Trigo es uno de los teólogos latinoamericanos más reconocidos en la actualidad y que el Doctorado Honoris Causa se le entrega por su capacidad de comunicar “aspectos complejos de la realidad y de expresar el amor incondicional del padre materno, como él llama a Dios, en la trama de este mundo cada vez más absurdo e incierto. Pedro Trigo ha mostrado una capacidad emocional, entereza y sensibilidad a la vez, digna de los tiempos que vivimos. Esto se manifiesta en su experiencia cotidiana en los barrios populares de Caracas”.

“La Universidad Iberoamericana Puebla, que en medio de numerosas dificultades y contradicciones busca afanosamente ser un espacio que desarrolle en los estudiantes la capacidad analítica y el deseo de hermanarse eficazmente con los humillados de la historia, que intenta ayudar a la sociedad a “pensarse a sí misma”, como decía Ignacio Ellacuría, y que desea que muchos de dentro y de fuera descubran las dimensiones más hondas de lo humano, se honra en entregar a Pedro Trigo el Doctorado Honoris Causa”, enfatizó la Dra. Sánchez Díaz de Rivera.

Posteriormente, el Mtro. Juan Luis Hernández Avendaño leyó el mensaje del Mtro. Fernández Dávalos, presidente del Senado Universitario. “Pedro no requiere de nuestro homenaje, es un hombre sabio y sencillo que si ha aceptado este grado honorifico ha sido en nombre y en apoyo de las causas de los pobres y sufrientes de América Latina, a quienes ha dedicado su vida y su reflexión; es la construcción de sí mismo como ser humano cabal y generoso la que lo enaltece y ensalza, no nuestra distinción. Es la contribución que como cristiano ha hecho a las causa del ser humano la que lo hace brillar, no nuestro reconocimiento”.

En otra parte del mensaje del rector se lee: “En la Universidad Iberoamericana Puebla, con este homenaje, deseamos manifestar que los indígenas, las mujeres, los migrantes, los niños y niñas, los excluidos todos, así como las esperanzas de que son portadores, están en el corazón de los afanes de nuestra universidad. Con esta distinción queremos recordar al pueblo de México y de nuestra región que la satisfacción cabal de las necesidades de los pobres es una asignatura todavía pendiente y parece que ahora olvidada. Pretendemos alzar la voz para denunciar que el dolor de millones de hombres y mujeres sigue clamando al cielo por la justicia y la libertad plenas”.

Posteriormente, en representación del Rector de la IBERO Puebla, el Mtro. Juan Luis Hernández Avendaño concedió el Doctorado Honoris Causa en Cristología Latinoamericana al Dr. Pedro Trigo y le tomó la promesa de fidelidad al nuevo Doctor, quien se comprometió a seguir auspiciando el diálogo entre la fe y la justicia, particularmente en América Latina.

En su oportunidad, el Dr. Pedro Trigo aceptó y agradeció la distinción: “Acepto este título que me otorgan con tanta generosidad, confundido porque soy consciente de lo modesto de mis aportes, agradecido porque me lo otorgan ustedes, la comunidad de la Universidad Iberoamericana Puebla, que desde la primera vez que me invitaron me acogieron con tanta calidez, cercanía e inteligencia como sólo ustedes pueden hacerlo. Agradecido porque los estimo como una comunidad empeñosa, cualificada, dinámica, capaz de trabajar en equipo, consciente de sus responsabilidades con el país y solidaria con los de abajo. Lo acepto, sobre todo, alegre porque es un homenaje a la Teología Latinoamericana. Hoy la Teología Latinoamericana no está de moda. Hoy las élites tienden a mirar al primer mundo y en su caso al norte. Hoy esta teología se ve como una interferencia inoportuna y por eso se busca afanosamente pasar esa página que tanto revuelo causó”, puntualizó.

“Sólo desde abajo puede lograrse el bien de todos, sólo cuando a los pobres les vaya bien les irá bien a todos, hoy más que nunca somos conscientes de que el bien de los de abajo no se logra por el rebosamiento hacia ellos de la abundancia de los de arriba, aunque no es fácil que lo acepten así los de arriba, quienes tienen suficientes elementos para decidir a su provecho”, dijo el nuevo Doctor Honoris Causa.

Por último, hizo un llamado a las universidades para que dar prioridad al desarrollo humano sobre el desarrollo científico y técnico. “Si las universidades acaban por adaptarse a los requerimientos de la corporación y se convierten en proveedores de su material humano, perderán parte de su trascendencia y serán parte del problema y no de la solución. Otra problemática particular es sincronizar la hora mundial y la hora latinoamericana. Porque sólo entonces estaremos en condiciones de entrar en la globalización con peso y perfil propios y con capacidad de aportar”, finalizó.

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